En poco
tiempo los aperitivos que se ofrece antes de un evento, quizá con más
importancia en las bodas, ha pasado a ser un paso esencial.
Podemos
definir hoy los aperitivos como platos en miniatura realizados con tanto cuidado
y diseño que han llegado a sustituir en numerosos casos al plato entrante. De
hecho, muchos se ofrecen en lo que a veces llaman "estaciones", donde el invitado se sirve tantas veces coma
quiera.
Hace unos años, el aperitivo de una boda podía ser simplemente jamón o comidas poco novedosas como croquetas, puntillas, queso, alguna brocheta de frutas,... en estos momentos está muy de moda poner un aperitivo extenso, contundente y yo diría que cuanto más "raro" mejor. Los cocineros pasan horas investigando en su elaboración. Pensad que un simple aperitivo, por pequeño que sea, puede contener multitud de ingredientes y sabores. El menú del famoso Bully se componía de unos 40 "aperitivos".