lunes, 3 de diciembre de 2012

MARIDAJE DE QUESOS Y VINOS. Parte III



A punto de terminar nuestras recomendaciones de maridaje de quesos y vinos. Para el post de hoy tenemos en cuenta los tiempos de curación de los quesos: los quesos frescos y oreados y los quesos semicurados. Reservaremos como final, para cerrar esta serie, un post especial de quesos curados.

SEGÚN LOS TIEMPOS DE CURACIÓN

En función del tiempo de curación se distinguen quesos frescos, semicurados, curados y con curación superior a 6 meses.
  • Quesos frescos y quesos oreados

 Estos quesos los maridaremos con:

Vinos blancos jóvenes, suaves, frescos como pueden ser los vinos andaluces como los moscateles secos y los del marco de Jerez (los finos) y de Sanlúcar de Barrameda (la manzanilla), los blancos de D.O. Rueda hechos con la variedad Verdejo, de la D.O. Mancha elaborados con la variedad Airen, los D.O. Valdeorras elaborados con la variedad Godello y algunos espumosos jóvenes como son los cavas.

Vinos tintos seleccionaremos tintos jóvenes del año como los Riberas del Duero, los Riojas, los vinos de la Mancha, de Cataluña donde destacamos los elaborados con la variedad Tempranillo, tenemos los vinos elaborados con la variedad Mencía de Galicia y en León en la zona del Bierzo. También encontraremos vinos ideales en la zona levantina y las nuevas zonas de elaboraciones de vinos tintos de Andalucía como en la serranía de Ronda, la sierra de Granada y la alpujarra entrando en tierras de Almería.

No quisiera dejar pasar la presencia de los vinos tintos elaborados por el método de maceración carbónica (recordemos que son vinos que por su elaboración son ligeros, de buena acidez y muy frutales aromáticamente). Estos vinos a una temperatura de unos 12ºC son realmente fantásticos para tomar un aperitivo con queso fresco.

Los rosados jóvenes y ligeros como los elaborados con la variedad garnacha de la D.O. Navarra, Cataluña y La Mancha que también irían bien con este tipo de queso.

Todos estos vinos nos reportarán una agradable sensación gustativa con estos quesos sin maduración y que son ligeros y cremosos al paladar.
  • Quesos semicurados

 Queso con una maduración de 3 a 6 meses de curación. Los quesos con una media maduración serán maridados con:

Vinos blancos. Elegiremos blancos de crianza biológica como son los finos y manzanillas, blancos jóvenes, con frescura, de variedades como los verdejos de Rueda, Airén de la Mancha, Xarello de Cataluña, albariños y godellos de Galicia, viuras de Rioja, en definitiva blancos sin crianza ni fermentación en barricas, tal vez podríamos utilizar algunos albariños, godellos y xarellos con crianza en lías.

Vinos tintos. Tintos jóvenes y tintos elaborados por el proceso de maceración carbónica y en este caso podremos incluir vinos tintos con una crianza corta de seis meses: los denominados Tintos Robles. Recordemos las crianzas de los vinos españoles donde aparece una crianza intermedia de 6 meses a 9 meses en roble que recibe el nombre de Roble. En éstos destacaremos los elaborados por estos métodos de las Denominaciones de Origen de Rioja, Ribera del Duero, La Mancha, Bierzo, Monsant, Jumilla y Alicante.

También incluiremos los vinos de corta crianza de Andalucía en la Serranía de Ronda (Málaga), la Sierra Norte de Granada, en la provincia de Almería y Sierra Norte de Sevilla y Córdoba.

Vinos rosados jóvenes y frescos en especial los de Navarra, Cataluña, Ribera del Duero y especialmente los elaborados en la provincia de Zaragoza en las Denominaciones de Origen de Campo de Borja y Cariñena.

En caso de preferir algún espumosos optaríamos por aquellos que hayan tenido un poco de crianza que les aporte más estructura.

Con este tipo de quesos también podemos incluir otro tipo de vinos como son las malvasías dulces de Sitges (Cataluña) y de Islas Canarias, como moscateles jóvenes de Málaga y Alicante.

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