Hablemos
de la cerveza, bebida natural, con bajo contenido en calorías (aproximadamente
42 kcal. por 100 ml), no contiene grasas, ni azúcares pero sí una cantidad
importante de hidratos de carbono, vitaminas y proteínas, por lo que su
consumo, siempre con moderación, es beneficioso para la salud humana y
claramente recomendable para cualquier
dieta equilibrada.
Una de las
razones para beber cerveza es que reduce el estrés, se ha demostrado que el
alcohol, en general, así lo hace. Es además buena para nuestro corazón (la
cerveza incrementa nuestro colesterol "bueno" o HDL), tiene fibra (viene de las membranas de las células de la
cebada), contiene magnesio, selenio,
potasio, fósforo, vitamina B6 y B12 entre otras. Además es buena para el
insomnio, pues el lúpulo es, por
ejemplo, un sedante natural.
Con toda
esta información apetece más que nunca tomarnos una cervecita fresca, es una
bebida con bajo contenido calórico, tiene menos calorías que un vaso de leche o
un refresco. Tenéis que saber además, que la cerveza es diurética por el potasio y baja en sodio, lo que ayuda a limpiar el
organismo.
También la
tenemos sin alcohol, que según algunos estudios es la bebida más ligera después
del agua. Al igual que la tradicional, una cerveza sin alcohol esta provista de
ácido fólico, que previene la anemia y evita el estreñimiento. Está recomendada
para embarazadas, deportistas o quienes no pueden ingerir alcohol.
Lo que
está claro es que, con o sin alcohol, además del sabor de una buena "rubia" o una excelente
"negra" (color determinado por el tostado de la malta), obtenemos muchos
beneficios y tenemos buenas razones para tomarnos una cerveza. ¡Salud!
Y para los
amantes del sabor de esta bebida os paso una receta en al que está
incluida:
Pollo a la cerveza:
- Ingredientes :
o
4 cuartos
traseros de pollo.
o
Patatas.
o
Pastilla de caldo de ave.
o
Cebolla y unas bolitas de anís.
- Elaboración:
o
Se pone en una fuente de horno: una cucharada
de aceite, el pollo con la piel hacia arriba y las patatas peladas. Se sazona con
la sal. Se parte la cebolla en rodajas medias y se añaden. Se espolvorea la
pastilla de caldo de ave y bolitas de anís.
o
Se echa la cerveza y se mete en el horno a
media altura (previamente calentado a máxima temperatura y con la parrilla de
arriba encendida).
o
Cuando el pollo esté dorado (unos 10 minutos),
se apaga la parrilla de arriba y se baja la temperatura a medio fuego.
o
Se deja durante 2 horas (mirando de vez en
cuando la fuente y añadiendo un poco de agua si se queda seco). A veces hay que
ir regulando la temperatura, si baja mucho la cocción se sube y si se ve que se
va a quemar, se baja.
Veréis que
está riquísimo, dulce por la cebolla y el anís y un ligero toque a cerveza, ¡buen
provecho!
Elba
Martín Gonzalvo
Departamento
tutorial
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