Ayer por
la tarde recibimos la visita de Walter Brandan en la delegación de
Madrid de ESAH. Walter es el chef del restaurante Wakathai de Madrid y nos
ofreció durante dos horas y media una master class sobre cocina Thai.
Charlando
con él antes del curso, durante los preparativos, me llamó la atención su fórmula para conseguir la esencia de
cualquier tipo de cocina. Lo voy a compartir con vosotros: “se camela” a
las madres y abuelas para que le digan los secretos de cada plato.
Estuvimos
hablando sobre las famosas cantidades que suelen darnos: “una pizca de..”, “un
puñadito”, “un poquito de...”, “un chorrito de...” ¿Alguien sabe a qué
corresponde cada una de ellas? NADIE, sólo ellas. Se niegan a dar las
cantidades para mantener el secreto de su éxito. Pues bien, la clave está en
meterse en la cocina con ellas, ganártelas y que te desvelen todos sus trucos y
secretillos. Como os podréis imaginar no es nada fácil pero él lo consigue y,
después de conocerle no me cuesta saber por qué se las lleva a su terreno. A
Walter Brandan le apasiona la cocina, es inquieto y se nota que vive por y para
esto. Ves que disfruta con lo que hace y le gusta que los demás probemos sus
platos que prepara con cariño.
De todo lo
que preparó me gustó especialmente una sopa llamada TOM KHA GAI.
Os dejo la receta por si queréis animaros a probarla.
- 225 ml de caldo de pollo.
- 750 ml de leche de coco.
- 400 g de pollo.
- 100 g de setas shitake.
- 2 tallos de lemon grass.
- 5 cm de galanga.
- 5 guindillas rojas.
- 4 cucharaditas de zumo de lima.
- 3 cucharadas de salsa de pescado.
- 3 hojas de lima kaffir.
- 1/2 cucharadita de panela.
- 1 cucharadita de sal.
- Se limpia el pollo y se corta en tiras pequeñas y finas de aproximadamente 1 cm.
- En una cazuela, se vierte el caldo junto con el lemon grass, el galanga y las hojas de lima, todo previamente picado. Se pone a cocer a fuego medio y, a continuación, se añaden el pollo, las setas, el zumo de lima, el panela y la salsa de pescado, al gusto. Se continúa la cocción a fuego lento, sin tapar la cazuela, durante unos diez minutos.
- Después se agregan la leche de coco y las guindillas machacadas hasta que adquiera una consistencia un poco cremosa.
- Se sirve caliente, adornada con unas hojas de perejil.
El toque mágico de la sopa, la galanga. ¿Qué es
la galanga? Parecido al jengibre, muy aromático y un poco
picante. ¡Exquisito sabor el que le dio a la sopa!
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